Dejando de lado que considero ser bilingüe una suerte/ventaja más que un problema (puedes comunicarte con más gente y por tanto, muchas más opciones...en el tema médico: no sólo te puede atender el especialista que conoce euskera si está libre, si no que además puedes optar por el que se expresa en castellano...¡ergo más opciones!)
Llega el momento que, a pesar de dominar dos idiomas, te empeñas (a coste de todos) que sólo funcione uno...y no lo entiendo, porque es crear un problema. El ejemplo sanitario no es ficticio, es un ejemplo real: Diez meses de espera para una colonoscopia hasta ser atendido en euskera. El Correo
Me recuerda el caso de la mujer con burka que no quería que le hicieran una ecografía porque se lo tenía que quitar (es LEGALMENTE necesario identificar los progenitores del bebé, al menos de la madre, temas de salud y seguridad pública: abandono, falso nacimiento, venta de bebés..) y eso que era un embarazo de riesgo..
Y ese era un tema de derecho a la libertad religiosa y de culto, dado que su culto exigía eso.
En todo conflicto de derechos, como expliqué en el post anterior, tiene que primar el sentido común, ¿cuáles son los límites del derecho a expresarse en una lengua regional? los mismos que otros derechos: otros derechos distintos y el sentido común para aplicarlos.
Pero como nos gusta ser mártires...pasan estas cosas.
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